La respuesta corta es: muchas. El trabajo en los grandes despachos es duro y exigente. No es un trabajo de ocho horas en el que tengas un horario fijo y, cuando llega tu hora, te levantes y ya se seguirá mañana. En los grandes despachos el ritmo de trabajo es frenético, hay un gran volumen de tareas, y plazos internos y externos que cumplir.
El número de horas concreto varía sustancialmente en función del despacho e, incluso, del departamento. La media se sitúa en torno a las diez horas. Pero hay despachos en los que la media es sustancialmente superior.
En general, si quieres entrar en uno de los grandes despachos de abogados debes asumir que, de lunes a viernes, te quedará muy poco tiempo libre. Lo normal es que un abogado de los grandes despachos entre a trabajar entre las 8:30 y 9:30, y salga aproximadamente entre las 20:30 y 21:30. La extensión de la pausa para comer varía en función del despacho: en algunos se mantiene una pausa generalizada entre las 14:00 y las 16:00, mientras que en otros despachos los horarios se han racionalizado y se hace una pausa mucho más corta para intentar salir antes.
Si entras en un gran despacho tampoco vas a poder escapar de trabajar al menos algún fin de semana. De nuevo, el número de fines de semana de trabajo dependerá mucho del despacho: en algunos despachos trabajar al menos unas horas el fin de semana es la norma general, mientras que en otros es mucho más excepcional.
Nuestro consejo respecto de las horas de trabajo en doble.
Primero, no dejes que te asusten los horarios. Estás empezando tu carrera, y lo que tienes que hacer es aprender, ganar experiencia y comenzar acumular méritos profesionales. Para hacer todo esto, no hay un mejor sitio que uno de los grandes despachos de abogados. Ya tendrás tiempo en el futuro de valorar si quieres cambiar a una carrera profesional más tranquila. Si así lo decides, encontrarás muchas puertas abiertas gracias al esfuerzo realizado.
Segundo, aunque estés dispuesto a trabajar duro y muchas horas, trata de informarte lo mejor posible sobre los horarios habituales del despacho y, sobre todo, del departamento al que te vas a incorporar. Una cosa es trabajar duro y otra salir habitualmente de madrugada y pasar todos los fines de semana en el despacho. Trabajar en la abogacía de primer nivel te exige dedicar muchas horas, pero no te exige llegar a determinados extremos. Si tienes la posibilidad de elegir, huye de aquellos despachos en los que los abogados terminan de trabajar de madrugada de forma recurrente.