Hay dos formas muy diferentes de afrontar la carrera de derecho. El esfuerzo que requieren ambas formas es muy diferente, y la utilidad que tendrá el grado de cara a tu inserción en el mercado laboral, también.
La primera opción es plantearte la carrera de forma relajada. Derecho exige estudiar, pero para “simplemente” aprobar la carga de estudio que se exige por lo general es más que razonable. Un alumno medio no tendrá excesivos problemas para sacar el grado adelante en cuatro años con calificaciones discretas si le pone un mínimo interés.
La segunda opción es no conformarse con simplemente “sacarse” la carrera, sino ir a por nota. Aquí la cosa cambia: tendrás que esforzarte mucho, estar razonablemente al día y pegarte auténticas palizas en los periodos de exámenes.
Ante la diferencia de esfuerzos requeridos, uno puede preguntarse: ¿de qué me sirve acabar la carrera con un notable o un sobresaliente, si voy a tener el mismo título si saco un grado?
La realidad es que te sirve de mucho. El abanico de opciones laborales que tiene un alumno con una nota media de notable o superior en el grado de derecho (no digamos ya en un doble grado) no tiene nada que ver con el que tiene un alumno de suficiente. Sí, los dos serán graduados en derecho. Si su objetivo es sacarse unas oposiciones, los dos tendrán también las mismas opciones -aunque los conocimientos ya adquiridos por uno y otro serán seguramente muy distintos-. Pero si su objetivo es cursar el máster de acceso a la abogacía y posteriormente trabajar como abogado en el sector privado, el panorama que se encontrarán uno u otro será muy diferente.
El graduado en derecho con unas notas mediocres tendrá muchas dificultades para recibir ofertas de calidad para comenzar a ejercer como abogado. Tendrá incluso dificultades para acceder a un programa de prácticas atractivo en el máster de acceso. Y no podrá “solucionarlo” sacando buenas calificaciones en el máster de acceso. Los despachos valoran mucho más las calificaciones del grado que las del máster de acceso -lo cierto es que en el máster de acceso las calificaciones de todo el mundo son en general mucho más altas, y en cualquier caso los procesos de la gran mayoría de programas de prácticas comienzan mucho antes de que se reciban las calificaciones del máster-. Con unas notas discretas, comenzarás tu carrera viendo cerradas las opciones más atractivas. Suena duro, pero es exactamente así.
Por el contrario, los alumnos con una nota media de notable o superior tendrán a su alcance un abanico de opciones para iniciar su carrera profesional prácticamente imbatible. Hay muy pocos estudiantes en España que tengan, nada más terminar la carrera, opciones profesionales tan atractivas como los graduados en derecho con buenas calificaciones. Es cierto que tenéis que hacer dos años de máster de acceso, que no es poca cosa. Pero la realidad es que la mitad del máster de acceso consistirá -para estos alumnos con buenas calificaciones- en hacer prácticas en los principales despachos de abogados del país, recibiendo ya una remuneración muy superior a la que cualquier recién graduado recibe en su primer trabajo -no digamos si la comparamos con la remuneración media que perciben los alumnos en prácticas en otras titulaciones-.
Con buenas calificaciones en el grado en derecho, y un buen nivel de inglés, tienes muchas posibilidades de lograr una oferta para hacer prácticas en uno de los principales despachos de abogados a los pocos meses de haber empezado el máster de acceso a la abogacía. Puedes tener el inicio de tu carrera profesional encauzado apenas unos meses después de haber terminado el grado. Tendrás acceso a programas de prácticas en los que la remuneración asciende en el caso de varios despachos hasta a 2.000 euros al mes (¡a un estudiante de prácticas!), en los que trabajarás con los mejores abogados del país, y que te ofrecerán una alta probabilidad de incorporarte definitivamente al despacho si te esfuerzas durante las prácticas.
Si tu objetivo es desarrollar una carrera profesional como abogado en el sector privado, partirás de una posición infinitamente mejor si logras alcanzar la barrera del notable durante la carrera. Te exigirá mucho esfuerzo, pero… ¡merecerá la pena!