Una “pregunta” que no suele faltar en ningún proceso de selección es el clásico: “cuéntanos cosas sobre ti”. Lo que pretende el entrevistador, además de ver cómo reaccionas frente a una pregunta menos profesional y concreta, es conocer un poco más de tu faceta más personal. No obstante, no olvides que la persona que tienes delante no te está entrevistando para comprobar si encajas en su grupo de amigos, sino para comprobar si encajas en la firma. Así que tu respuesta, aunque se refiera a tu faceta personal, debe tratar cuestiones que te hagan atractivo como candidato.
Piensa en aquellas cosas que te gusta hacer y que puedan resultar atractivas desde el punto de vista de la firma. Identifica los logros que has ido acumulando a lo largo de tu vida, y busca la forma de introducirlos en tu discurso sin arrogancia, pero haciendo ver al entrevistador que estás orgulloso de ellos. Destaca cuestiones relativas a tus orígenes de las que estés orgulloso, obstáculos a los que te hayas sobrepuesto, o actividades que realices que muestren virtudes atractivas profesionalmente.
Debes saber medir y no construir exclusivamente tu discurso sobre aspectos que muestren tus logros o virtudes. No se trata de que traslades al entrevistador que tu vida gira exclusivamente alrededor de tus estudios y de hacer voluntariados. Se trata de que traslades al entrevistador que eres una persona normal, con inquietudes, que se ha esforzado a lo largo de su vida para conseguir lo que quiere y que está ahí por méritos propios.
No trates de exagerar tus circunstancias personales porque pienses que eso hará más atractiva tu historia. No estás escribiendo el guión de una serie. Tu historia ni siquiera tiene por qué ser particularmente interesante. Simplemente tiene que ser real, y dar al entrevistador una idea básica sobre la persona que está valorando contratar.
Ejemplos de respuestas a la pregunta “Háblanos de ti…”:
Ejemplo 1:
“Vengo de un pueblo pequeño de Barcelona llamado Mura. Toda mi familia es de allí, y yo viví en este pueblo hasta que empecé la universidad. Soy una persona muy familiar, y me gustaba mucho la vida de pueblo, donde todo es más relajado que en la ciudad. Sigo yendo allí bastantes fines de semana.
Cuando empecé la universidad me mudé a Barcelona con una beca. Al principio fue un cambio bastante grande, pero me acostumbré a los pocos meses y ahora estoy perfectamente hecha a la ciudad. Desde el principio congenié muy bien con mis compañeros y ahora muchos de ellos son mis mejores amigos.
Dedico la mayor parte de mi día a día a la universidad y al resto de actividades que realizo. Soy una persona muy activa y que necesita estar ocupada, y trato de aprovechar mi tiempo de la forma más productiva posible.
Sin perjuicio de ello, también trato de sacar el mayor partido posible a mi tiempo libre. Lo dedico fundamentalmente hacer deporte, y a pasar tiempo con mi familia y amigos”.
Ejemplo 2:
“Soy de aquí, de Madrid. Siempre he vivido aquí, con mi familia. Tengo un hermano y una hermana. Mi madre también es abogada, así que desde pequeño he podido conocer la profesión, y siempre he tenido claro que quería estudiar derecho.
Me considero una persona sociable, extrovertida, a la que le encanta conocer gente y sitios nuevos. Mi mayor pasión es viajar, así que siempre que tengo oportunidad me escapo a algún sitio nuevo con mi familia o con mis amigos.
Siempre digo que considero que mi mayor virtud es saber organizar mi tiempo de estudio y mi tiempo libre, y saber exprimirlos y disfrutar de ellos lo máximo posible. Soy bastante disciplinado, y cuando tengo tiempo libre sé que me lo he ganado. Así que lo trato de aprovechar al máximo, trato de estar siempre haciendo cosas, ya sea pasar tiempo con la familia, salir de cañas con mis amigos, o salir a hacer una ruta en bicicleta”.