Esta es una pregunta que los entrevistadores realizan en casi todos los procesos, y frente a la que sin embargo muchos candidatos no son capaces de dar una buena respuesta. Muchos candidatos adoptan una postura demasiado modesta, mientras que otros pecan por exceso y trasladan una imagen de engreídos al entrevistador.

Como casi siempre, lo ideal es adoptar una postura intermedia a través de la cual traslades al entrevistador que estás convencido de que acertará dándote una oportunidad, pero mostrando a la vez cierta modestia.

Prepara un discurso breve (no más de treinta segundos) en el que enumeres tus principales virtudes. Identifica virtudes que resulten particularmente atractivas para el despacho, y altérnalas durante tu discurso con alguna afirmación que muestre que eres consciente de que te queda mucho (más bien todo) por aprender para convertirte en un buen abogado.

Aquí te dejamos algunos ejemplos de buenas respuestas a esta pregunta, para que te sirvan de inspiración para construir la tuya:

Ejemplo 1: “Creo que reúno bastantes de las cualidades que, conforme a mi breve experiencia y a las distintas referencias que he ido obteniendo, considero necesarias para desarrollar una carrera en un gran despacho de abogados. Tengo una capacidad de trabajo muy grande, que creo que he demostrado durante mi etapa en la universidad y en las distintas prácticas que he realizado. Prefiero un trabajo interesante y exigente a uno menos atractivo pero más relajado, y creo que esto encaja a la perfección con la filosofía de trabajo de este tipo de despachos. Creo también que tengo una gran capacidad analítica, atención al detalle y capacidad para expresarme de forma clara, concisa y estructurada. Durante los ejercicios prácticos que he realizado en la universidad, y especialmente durante las prácticas en despachos que ya he realizado, he ido corroborando que, con esfuerzo y dedicación, era capaz de realizar con éxito las tareas que me asignaban, incluso cuando se trataba de áreas con las que no estaba familiarizada. Por todo ello creo que, aunque dentro de las lógicas limitaciones derivadas del hecho de que esté todavía comenzando mi carrera profesional, puedo convertirme en un activo útil para el despacho”.

Ejemplo 2: “Aunque estoy empezando mi carrera y en consecuencia mi experiencia profesional es limitada, hasta el momento he podido comprobar que mis capacidades y las habilidades que he ido desarrollando durante mi formación encajan bien con las exigencias de un despacho como este. Me he preocupado durante los años de carrera por adquirir una formación lo más completa posible con la vista puesta en comenzar mi carrera en un buen despacho, y además me he asegurado de completar esta formación con el aprendizaje de idiomas. Creo que el esfuerzo ha dado sus frutos, y que ahora cuento con una formación idónea para comenzar a rendir de inmediato -aunque lógicamente a mi nivel- en el despacho. Soy consciente de que me quedará por aprender casi todo, pero creo que mi punto de partida es bueno. Además, tengo una gran capacidad de trabajo y muchas ganas de aprovechar mi oportunidad en el despacho que me la dé”.