Los motivos reales que te pueden llevar a aplicar a un concreto despacho de abogados pueden ser muy variados. En algunas ocasiones el motivo real que te ha llevado a aplicar a ese concreto despacho te hará quedar bien durante la entrevista, y en consecuencia podrás ser completamente honesto con el entrevistador. En otros casos, sin embargo, no podrás compartir con el entrevistador el motivo real por el que has aplicado, y tendrás que maquillar tu respuesta o directamente preparar una respuesta alternativa. No es nada recomendable no ser sincero en las entrevistas, pero esta es una de las excepciones en las que, en determinadas circunstancias, no te interesa ser 100% transparente con el entrevistador.
Lo habitual es que, a la hora de comenzar a aplicar a los despachos, los candidatos hagan una selección de los despachos en los que, idealmente, les gustaría trabajar. Esa selección se basa en criterios como las referencias que se tengan del despacho, su prestigio en el mercado o las condiciones laborales ofrecidas.
Cuando hagas entrevistas para despachos que has seleccionado aplicando estos criterios, podrás ser totalmente sincero y trasladar estos criterios al entrevistador. Haz una reflexión antes de la entrevista sobre los puntos que te llevaron a decidir aplicar a ese despacho, y trasládaselos al entrevistador cuando te formule esta pregunta. Como excepción, trata de que no parezca que el hecho de que ofrezca un salario superior a otros despachos ha sido la única razón por la que lo has seleccionado. Obviamente el salario es uno de los puntos más importantes a la hora de decidir aplicar a uno u otro despacho, y no hay ningún problema en admitirlo durante la entrevista. Simplemente no dejes que parezca que es el único criterio que has tenido en cuenta.
Si no has tenido suerte en esos despachos que verdaderamente te atraían, y te has visto obligado a aplicar a despachos que inicialmente no eran de tus preferidos, tendrás que maquillar la realidad cuando el entrevistador de uno de estos despachos te pregunte por los motivos que te llevaron a aplicar. Lógicamente, no debes reconocer al entrevistador que inicialmente no aplicaste a ese despacho porque había otros que te atraían más.
En estos casos, asegúrate de preparar antes de la entrevista un discurso alternativo (y convincente) sobre los motivos por los que decidiste aplicar a ese despacho. Identifica los puntos positivos del despacho -aquellos que te han llevado a decidir aplicar, aunque no haya sido como primera opción-, y trata de identificar aspectos en los que este despacho pueda verse como una mejor opción que aquellos que preferías inicialmente.